Presencia

¿Qué soy yo?
Una presencia.

Vislumbre

Un vislumbre de la profundidad de mi ceguera.
De la vastedad de lo que no veo.

Aprendizaje

Algo he aprendido: podría ver a Dios y no enterarme.
Más vale que esté atenta.
Y abierta.

Nada

"Señor, ¿qué quieres que haga?"
La respuesta que ( por ahora) me llega es "nada".
Somos nosotros los que necesitamos hacer.

Responsabilidad

Ahora, el camino se estrecha.
Y la responsabilidad aumenta.
Se hace manifiesta la responsabilidad por la propia vida.
Por las experiencias que manifestamos.
Por lo que somos y lo que podemos ser.

Aquí

Estoy aquí, como podría estar en cualquier otro lugar, haciendo cualquier otra cosa.
Pero ahora es aquí donde estoy.
(O estaba, hasta que me di cuenta y me puse a escribirlo.)

No estar

A veces me doy cuenta (luego) de que no estoy.
De que no estaba,

Ni felicidad ni sufrimiento.
Sólo calma.

Juegos

Juegos y más juegos.
¿De verdad quiero seguir jugándolos?
No lo sé.

Ser cáliz.

No hacer

Dejar de ser una esforzada obrera de lo "espiritual".
Dejar de hacer.
Confiar.

Llena de mí misma

Demasiado llena de mí misma.
Que aprenda a callar, para poder oírte.

Ciclos

Acabada la noche, sobreviene la calma.

De cumbres y de valles

Hay días de cumbre y días de valle.
Jornadas de cielo limpio y alto, de aire que barre todas las nieblas, y jornadas de humus y mantillo, de humedad y putrefacción de las hojas muertas del alma.
Hay tiempo de transparencia y plenitud serena, y tiempo de inquietud, de tristeza y pasado y desabrimiento de mí misma.
Hay tiempo de vivir, sencillamente. De vivir lo que trae cada tiempo que llega, para ser vivido.