viernes, 31 de agosto de 2012

Tendrá que ocuparse Dios

Hay cosas con las que no puedo.
Sé por dónde y cómo son (o eso creo), pero no puedo.
Tendrá que ocuparse Dios.

Dejar en paz al mundo

Esta nueva disciplina de callar ante lo que en otros momentos hubiera inevitablemente hablado.
Esta disciplina de quedarme conmigo misma, de concentrar en mí misma lo que siento que es preferible no permitir que salga.
Este dejar en paz al mundo.

jueves, 30 de agosto de 2012

Bendición

"Bendito lo que a través de las formas se da a conocer y benditas las formas que lo expresan."
(del blog de Delia: http://regina-libera.blogspot.com.es/)

miércoles, 29 de agosto de 2012

La elección

La elección (una entre tantas) parece estar entre dejar de sentirse-creerse-hacerse-la "especial" (o especialmente idiota) y la soledad.
Pero, para dejar de... todo eso que decía, habrá que mirar de frente el orgullo, los celos, la envidia, la avidez de ser vista y considerada, los siete pecados capitales, algunos añadidos y la leshe en bote.
Y es una elección a renovar... setenta veces siete... todos los días.
O más.
Al menos, para alguien como yo.
De momento.

martes, 28 de agosto de 2012

Nosotros y el dragón

¿Cuánta dosis de realidad sin velo somos capaces de soportar?
¿Cuánto de nosotros mismos seguimos interponiendo, en nuestra visión de las cosas, a fin de acolcharnos contra lo que es?
¿Por qué sentimos, íntima e irracionalmente, que ese "lo que es" va a resultar tan terrible?
¿Y si no fuera así?
¿Qué pasaría si, como en el cuento de la princesa de los diez vestidos, nos fuéramos desnudando de a poco?
Nosotros y el dragón.

La sombra de mi luz

¿Siempre habrá una sombra en toda luz?
Sí, seguramente.
¿Podré aceptarlo?
También, poquito a poco.
Pero será una aceptación... con sombra.
Creo.

Pequeña oración

Ayúdame, Dios mío, a no implicar a los demás en mis historias, en mi voracidad de dolor -o de placer-, en mis anhelos circenses de "más difícil todavía". Ayúdame a respetar su integridad, a amarlos en lo que son, a dejarlos florecer.
Y... gracias.

Stabat mater

En despojo.
Eso, también.
De algunos, de muchos de los hijos de mi alma.
No importa si legítimos o no, si hermosos o feos.
Hijos de mi alma, con los mismos derechos que todos los demás.
Hijos de mi humanidad.

La vuelta de mis demonios

Uno tras otro, mis demonios, exhaustos, vuelven a casa, cada uno con su trocito de verdad en las manos.
Y, entre todos, tratamos de recomponer el puzzle de una verdad común, un poco mayor y más sencilla.

lunes, 27 de agosto de 2012

I suppose

No es que nunca obtenga lo que quiero.
Es que nunca quiero lo que obtengo... cuando lo obtengo.
Porque neti, neti.
Todo ello, cabe pensar, dentro de un orden.
Y como todo el mundo, más o menos.
I suppose.

12 Pasos

Después de escribir lo anterior, me venían a la mente... los Doce Pasos de AA.
Yo no bebo, pero los Doce Pasos son para todos.
Basta sustituir "Alcohol" por... lo que corresponda.
Se trata de la admisión de la ingobernabilidad de la propia vida, y de la rendición ante Dios.
Punto.

De la inutilidad y el intento

En realidad, todo y cualquier cosa es inútil, ¿verdad?
Pero hay que intentarlo, y que seguir intentándolo.
Para saber, en los huesos y en el alma, que es inútil.
Y, luego, volver a intentarlo.
Hasta... ¿qué?
(¿rendirse? ¿en serio? ¿y cómo se hace eso?)

Oraciones de las de toda la vida

Últimamente rezo bastante.
Sencillas oraciones petitorias, de las de toda la vida.
Por mí, por mi gente, por el mundo.
No se me ocurre qué otra cosa hacer.

Repetición

Las cosas se repiten.
Los sentimientos se repiten.
Yo me repito.
Es... agotador.

Laberinto

Sea lo que sea lo que "soy", y siempre que soy algo -para alguien, o incluso para mí misma, o para nadie-, no es eso lo que soy. Me duele, me roza, como un calzado que no ajusta bien, y que termina haciendo sangre.
Sea lo que sea lo que "soy" -para alguien, o incluso para mí misma, o para nadie- (y también cuando trato de no ser lo que "soy" -para alguien, o incluso para mí misma, o para nadie-) duele. Coño, duele.
Y no me puedo salir de ese... laberinto.

Más miedo

Tengo miedo.
Estoy aterrorizada de que esto, este estado interno de... tortura, se cronifique.
No se acabe nunca.
Me deje sin fuerza para vivir.

domingo, 26 de agosto de 2012

Rendición

No se me ocurre lo que puedo hacer.
Excepto rendirme.
Si me da para eso.

Vaya tela

Vaya... tela de día.
Joder.

Soltar

Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar. Soltar.
Setenta veces siete.
Y bendecir. Y callar. Y amar (todo lo que pueda, todo lo que sea). Y seguir viviendo.

Aprende

El otro día soñé que me matriculaba de nuevo en un curso de la carrera, a pesar de tener plena conciencia de que la había acabado.
Pero, al parecer, hay algo que necesito repetir. Con dolor. Con amor. Con humildad.
Aprende, niña, aprende. Aprende. Una y otra vez, aprende.

Imbécil

Soy una imbécil.
Rematada.
Con todos los pronunciamientos.
Y, al parecer, vida tras vida.

(Es más fácil sentirse libre cuando te sabes amada. acogida, vista, que cuando no.
Pero, me sienta como me sienta, algo tengo claro: Así, no.
No.
No.
Sencillamente, así, no.)

viernes, 24 de agosto de 2012

Et in Arcadia ego...

...Pero saberlo nunca lo hace menos duro.

En el desierto, como en el desierto

-En el desierto, como en el desierto
(dice mi parte animosa).
-Ojalá fuera tan sencillo
(dice mi parte no tan animosa).

Y, la que cuida la tropa, observa.
A veces.

En casa de la abuela

(a P.)

Cuatro pequeños
en un pasillo
grande.

Tú aprendías
a andar.

Yo
-siete años-
cuidaba
de la tropa.

(En la salita
charlaban
los mayores)

A.S.

jueves, 23 de agosto de 2012

Miedo

Miedo.
Sencillamente.
Ruego a eso a lo que llamo Dios que el miedo no me paralice.
En ningún sentido.

Deterioro

No poder perdonar a mi cuerpo.
Por hacer lo que acaban haciendo todos los cuerpos:
Deteriorarse.
Dejarme poco tiempo por delante.
Para demasiadas cosas.

Retrasada en todo

Retrasada, como de costumbre, en todo.
Necesidad de una reestructuración vital profunda.
Cuando me faltan menos de tres meses para los cincuenta y ocho.
Pero me da más miedo no hacerla.
Creo.

No sé hacia dónde

Ayer, en el camino de vuelta, me detuve a visitar a una anciana.
Me impresionó su declinar, el terrible "bajón" desde la última vez que la había visto.
Y me impresiona sentirme, en algún lugar de mí misma, así como ella. En el fin de una vida.
Algo tiene que morir.
Algo se está muriendo.
No sé hacia dónde.

Tiempo de soledad

Después de tres décadas, da miedo sentir la necesidad (por un tiempo, al menos) de soledad.
Y decirlo (pero lo dije).
Y saber (lo supe) que se está causando dolor.

La muerte de P.

Con años de retraso, me llega la noticia de la muerte de P.
Compasión, respeto y una dulce nostalgia por alguien a la vez demasiado inocente y demasiado indisciplinado como para encajar en un sistema que no perdona ni la inocencia ni los errores.
Recuerdos de una niñez compartida.
Dolor, también.
Por él. Por mí. Por la dureza de la condición humana.

De inocencia y responsabilidad

Retornar a mí, y encontrarme un paisaje devastado, un campo de cremación en una noche negra y roja donde nada vive, donde todo lo edificado ha sido arrasado hasta los cimientos.
El país de la Torre del Tarot, de la vieja Torre de Babel, levantada por la arrogancia humana, y derribada por la terrible y misericordiosa cólera de Dios.
Pero, también, Job en su inexplicado sufrimiento.
La paradoja de la responsabilidad y la inocencia.

miércoles, 22 de agosto de 2012

A toda la experiencia

"Si deseamos amor y poder, placer y expansión creativa, también debemos estar dispuestos a sentir miedo y desesperanza, dolor y contracturas, pues tratar de excluir esos estados "malos" limitará nuestra capacidad de experimentar, a tal punto que también el lado bueno se volverá inalcanzable. Siempre que bloqueamos la conciencia de cualquier lado de nosotos mismos, también estamos bloqueando su opuesto. Cuando abrimos, nos abrimos a toda la experiencia."
(Susan Thesenga)
 
Que tenga el valor de irme abriendo a toda la experiencia.
A toda.
También a la gozosa.

El mal ajeno

¿Desear el mal ajeno?
(y el propio)
Ciertamante.
No sólo, pero también.
Lo único terrible es no verlo.
O verlo y no querer creerlo.
Es decir, no verse.
O verse y no querer creer lo que se ve.
Y mirar para otro lado.
Y perderse de vista.
Que es una más, entre muchas, de las formas de no amarse.
Y, por tanto, de no amar.

No, gracias

Lo espiritual sin bondad, sin sencillez, sin una humanidad profunda (caso de que sea posible), lo espiritual "des-almado"... no, gracias.
Y la bondad, la sencillez, la humanidad... sin espíritu, tampoco.

La explicación de muchas cosas

Resulta que me da casi vergüenza escribir sobre lo obvio, de manera obvia.
Lo cual explica muchas cosas.
Parece que la complejidad rocambolesca tiene más glamour.
Lo cual, de nuevo, explica muchas cosas.

En la medida en que ame

Puedo amar (y amar-me)... hasta donde puedo amar, y como puedo amar.
Mis relaciones son como son porque puedo amar sólo como amo.
Y serán diferentes en la medida en que ame de manera diferente.
En la medida en que ame.

A nada diferente

Ser quien se es, como se es, en cada ahora.
En cada exhalación del centro.
Ser ese centro, y lo que el centro exhala.
Sin aspiraciones.
Sin aspirar a nada "mejor".
A nada diferente.

Manipulación

Dícese del uso deliberado de los puntos débiles de los demás para atraerlos a acciones y/o relaciones que les acabarán produciendo dolor o daño. A mayor gloria del propio beneficio y/o capricho.
Y, el que esté libre de pecado... es que no se ha mirado bien.
Porque resulta inevitable mientras nos sintamos carentes. De lo que sea.

De máscaras y de mí misma

La máscara. Esa que nos ponemos para parecer más (o menos) listos, tontos, grandes, pequeños, buenos, malos, heridos, sanos... (póngase lo que corresponda).
Esa que nos ponemos para parecer más (o menos) nosotros mismos de lo que somos.
Esa que nos ponemos para parecer.
Y que se nos pega al rostro en versiones más y más (o menos y menos) sutiles.
Quién me diera ser yo misma en toda circunstancia.
Sea como fuere ese yo misma en cada circunstancia.
Quién me fuera dando ser yo misma.
Sin más ni menos.

De amor y de crueldad

La crueldad no es, no parece ser, nada personal. No va con los demás, sino con uno mismo. Al otro, en realidad, no lo ves. No es que "yo quiero hacerte daño a ti". Es que "yo necesito hacer esto, por mis propias razones". Y el otro resulta... en un daño colateral.

¿Nadie "ve", pues, a nadie?
¿Es, entonces, posible, el amor?
¿Podemos dejar de usar a los demás en alguna circunstancia?
Seguramente, no. No, mientras los necesitemos. O creamos necesitarlos.
Imposible hablar de amor mientras seamos, o nos sintamos, mendigos.

martes, 21 de agosto de 2012

Desde la celebración

Amar desde la celebración.
Para eso, hay que vivir desde la celebración.
Y hacer (más) consciencia.

Poco a poco.

Guía

"Aquí" existe la guía interior.
Existe.

Miedo y alegría

Da miedo, la felicidad.
Da miedo abandonarse a los sentimientos de plenitud, mucho más que a los de dolor.
No sea que se acaben.
Aunque sepamos, aunque sepamos en el interior de las tripas del alma, que sólo atreviéndose a vivir intensamente el dolor es posible vivir la alegría.
Sí.
Pero vivir nuestro dolor, si bien es condición necesaria, no es suficiente.
La alegría demanda otra clase de valor.
Y de consciencia.

lunes, 20 de agosto de 2012

En su solo existir

En ocasiones, estando mirando "desde mí", pintando el paisaje de pensamientos, sentimientos, tonos que sólo a mí pertenecen, desaparezco de golpe de mi propia mirada, y lo mirado adquiere nitidez, volumen, realidad, en su ser ello mismo, sin la distorsión de mi ser.
Y las cosas se están en su solo existir.

Mi corazón

Hace unos días soñé con mi corazón.
Tenía el aspecto de uno de la Gente Pequeña, del pueblo feérico, con un rostro redondo, de pómulos y barbilla prominentes, casi agudos, y cuerpo delgadísimo.
Pero yo sabía que era mi corazón.
Estaba agotado, empapado en un sudor de angustia, por un dolor sobrellevado demasiado tiempo.
Compadecida, lo limpié con agua.
Y, cuando desperté, decidí que ya era suficiente.
Más que suficiente.

Hoy es uno de esos días

17-8-2012

A veces hay que decir... lo que hay que decir-
Y después, esperar.

(hoy es uno de esos días.
Así que lo dije)

jueves, 16 de agosto de 2012

Paisaje de un azul oscuro, profundo

Paisaje de un azul oscuro, profundo.
Yo he estado antes aquí.
He pasado por aquí en muchas otras ocasiones..
He dejado el corazón una y mil veces en esta piedra, en esta roca negra, dura, de reflejos de sangre.
Yo soy yo.
Aquí, ahora, en este tiempo, en esta vida, yo soy yo.
Soy yo, engastada en mi alma como una más de las gemas que la adornan.
Soy yo, perdiéndome en mí misma en busca de mí misma.
Yo, que me observo con amor, con rabia, con odio, con luz y con oscuridad, y con ser y con ser y con ser.
Sintiéndome ser, más allá de mí.

martes, 14 de agosto de 2012

¿Cómo será?

¿Se puede vivir desde aquí lo cotidiano? ¿El amor, el sexo, el cuidado, la creación, el trabajo, la íntima, sencilla, terrenal vida humana?
Y ¿cómo será?

En un espacio más grande

¿Continúa siendo lo que era, estando lo que estaba?
Sí, pero dentro de un espacio más grande.

¿A dónde?

¿Cómo he llegado aquí?
¿Quién o qué me ha traído a este lugar que creía haber perdido?
Y, desde aquí, ¿a dónde?

El sabor a eso-que-es

Cada vez que me adentro en este espacio, que comienzo a escribir en este cuaderno virtual, que inicio un nuevo paseo por cualquiera de los paisajes de mi alma, sobrevienen el silencio y la calma de lo sagrado.
Sobreviene una dulzura sobria, cálida, a la vez impersonal e íntima.
Sobreviene el sabor a eso-que-es.

Lejanía

Mi alma pide lejanía.
Trato inútilmente de sentir como sentía, de reaccionar como solía hacerlo, de querer lo que quería, y no me encuentro (casi) por ninguna parte.
Es un lugar de más espacio, este de ahora, de mayor y más alta soledad.
Es un lugar de calma.


domingo, 12 de agosto de 2012

La Ibérica

Amo la altiva soledad de esta tierra, el salvajismo hosco de unos riscos, bosques, torrenteras, apenas desdeñosamente tolerantes con la vida humana y su necesidad de calor, seguridad o resguardo.
En la sobriedad y la pureza del paisaje, mi alma encuentra un tono de... espíritu. Una vibración serena y alta, ajena por entero a lo que no es esencia.

"Con" el "sí" y el "no"

Mecerse con (no entre) el y el no en cosas tan concretas, tan de tejas abajo.
La paradoja llevada a la cotidianidad más... cotidiana.
Y esperar. Esperar a que el alma encuentre la manera de seguir camino llevándolo todo en su bagaje.
Todo.

jueves, 9 de agosto de 2012

Cansancio

Dos años y medio, ya, desde el sueño de las raíces, que acababa con una voz preguntando si no habría sacado demasiadas.
Probablemente sí, porque estoy agotada.
Por dentro.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Sacrum facere

El siloísmo hablaba de una forma de hacer (en el sentido más amplio) con tres condiciones: Pulcritud, permanencia y tono.
Una forma de acercarse al mundo (el interno y el otro) plena de respeto. De cuidado.
Y, al mismo tiempo, plena de autorrespeto. Y de autocuidado.

Ser e intención

La paradoja del ser y la intención de llegar-a-ser.
Imposible una cosa sin la otra.
Y una relación... imposiblemente sincrónica entre ambas.

Crecientemente verdadera

Imposible decir toda la verdad.
No (sólo) por no querer, sino porque es inaprehensible, en sus infinitas facetas, en cualquier decir.
Pero, como mínimo, no mentir.
Ser crecientemente verdadera.
Crecientemente verdad.
Por necesidad interna de un alimento más... neto.

En su kairos

La sacralidad de todo.
De lo que percibimos como sagrado y de lo que no percibimos como tal.
Cada acto, persona, objeto, sensación... cada ser, en suma, en su absoluta necesidad. En su no poder suceder de otra manera.
En su kairos.
Más allá de nuestra comprensión (o nuestra falta de comprensión).
¿Que cómo lo sé?
No lo sé.
(Excepto cuando lo sé).

martes, 7 de agosto de 2012

Estar "en mí"...

...era condición necesaria.
Y no haber estado "en mí", también.
Para entender.
Para encarnar algo que ya sabía.
Para conocer-me (algo) más.

Otro ciclo

Días de calma y claridad.
Y días en los que parece que los anteriores no han ocurrido nunca.
En los que el mundo interno se enturbia, y el smog psíquico no permite ver (casi) nada.
Sea como fuere, se trata (ya) de otro ciclo.

lunes, 6 de agosto de 2012

¿(Me) es posible?

Abierta a todo.
Sujeta a nada.
¿(Me) es posible?

¿Hay alternativa?

A veces, esta prisa, un poco tonta, por un nuevo nacimiento...
Por una nueva avenida kármica.
Pregunta: ¿Hay alternativa?

El río interior

Apunta un pequeño brote de confianza en el río.
En el río interior que parece saber a dónde va, aunque yo no lo sepa.
Y que, de vez en cuando, me sorprende llevándome a intuiciones pensamientos, sentimientos, actos, absolutamente inesperados.

¿Y cómo se hace eso?

Extraño, este espacio-entre-vidas, este estar a mitad de camino entre lo desconocido y lo más desconocido. Este casi infantil probarse formas, ideas, enunciados, expresiones, sentimientos... como si fueran trajes, para comprobar que ninguno me sienta enteramente bien. ¿Todavía, o ya nunca más? ¿Habrá llegado el momento de aprender a vivir en desnudez? ¿Y cómo se hace eso?

Cándidamente abierto

No alcanzo a comprender cómo la herida va des-haciéndose a sí misma en este inmenso mar de calma. Cómo el sencillo dolor humano, sin dejar de serlo, resulta en fuente y centro y espacio suave, cándidamente abierto.

domingo, 5 de agosto de 2012

Ser-en-desconocimiento

Arribar a un paisaje diferente, en la (inesperada) calma del no saber.
Y preguntarse si ese ser-en-desconocimiento ha devenido en estado permanente.

Quedamente presente

Calma. Silencio. Intentos de apuntar, de aludir a esa cálida nada que difumina la lejanía interior como una niebla de nácar.
¿Puede un espacio ser tan envolvente; algo tan evasivo estar tan quedamente presente?

Herida

En ocasiones, el paisaje es una pura herida abierta.
Sin más.

Lo indecible

Toda palabra intenta nombrar lo indecible.
Eso que es.

sábado, 4 de agosto de 2012

Cuaderno de viaje

No sé qué pueda ser el alma, pero en ella vivo.
Habito su espacio. Camino sus paisajes. Soy en su ser.

Quisiera recoger, en este cuaderno de viaje, lo que del alma vaya captando mi mirada.
Y, en el hacer y el caminar y el escribir, el cambio de la que mira y de aquello que ve.
Mas lo que permanece.

A.S. (5-8-2012)